Manuel tiene dieciséis años e intenta disfrutar de su vida todo lo que puede, mientras cuida de su anciano padre. Sometido a un chantaje, acude a una fiesta para hacer fotos a un misterioso individuo pero, al sentirse engañado, decide huir, viéndose envuelto en asuntos que le superan. Los chantajistas que le persiguen resultan ser extremadamente peligrosos y están decididos a deshacerse de lo que consideran un testigo incómodo y el chico tendrá que recurrir para protegerse a dos antiguos delincuentes, viejos conocidos de su padre.