Como cada mañana, Brad (Rory Cochrane) se despide de su mujer Lexi (Mary McCormack), que se marcha a trabajar. Al poco rato una cadena de bombas explosiona en la ciudad, y los medios adjudican el acto a una acción terrorista. Las bombas generan una nube de gas tóxico y las carreteras y otras comunicaciones quedan absolutamente inutilizadas. El Gobierno obliga a sellar las casas y aconseja no salir a la calle a nadie para no contagiarse. En medio del miedo y el aislamiento, Brad decide ir en busca de su mujer.