A mediados de los años noventa, un periodista negro es enviado por el "Washington Post" a Sudáfrica para informar sobre las sesiones de la Comisión para la Verdad y la Reconciliación, en la que los criminales de la época del Apartheid comparecen ante sus víctimas. Una poetisa sudafricana de raza blanca cubre también las sesiones de la comisión para una radio. La situación hace que se establezca entre ellos una estrecha relación.