En 2013, el presidente ruso, Vladimir Putin, aprobó una ley que prohibía la publicidad entre los menores de relaciones sexuales "no tradicionales", según la cual, a los jóvenes LGTB se les consideraba enfermos. Cuarenta y cinco adolescentes rusos comparten sus historias a través de entrevistas anónimas y videodiarios donde explican con detalle las vejaciones y discriminación que sufren, así como el coraje con el que se enfrentan a sus acosadores. Sus testimonios se han recogido a través de Internet en lo que se denomina "Proyecto Niños-404".