Durante la Segunda Guerra Mundial, en enero de 1943, cuatro tropas diferentes se enfrentan en el país yugoslavo: los leales al Rey, los partisanos de Tito, el Ejército alemán y sus aliados italianos. Un puente sobre el río Neretva es de vital importancia como medio de comunicación para las tropas partisanas. En una táctica de desorientación, los mismos partisanos vuelan el puente, y en torno a él se desencadena una cruenta batalla.