En São Paulo, a finales de los años 1960, el convento de los frailes dominicos se convirtió en una trinchera de resistencia a la dictadura militar que gobierna Brasil. Movidos por los ideales cristianos, los trastes Betto, Oswaldo, Fernando, Ivo y Tito vinieron a apoyar al grupo guerrillero Ação Libertadora Nacional, comandado por Carlos Marighella.