Septiembre 1986. Chile está convulsionado por el atentado al General Augusto Pinochet en el Cajón del Maipo y el nerviosismo en la Familia Herrera es evidente por lo que le podría haber pasado a Claudia. Juan decide enviar a su familia a la casa de Nancy para evitar cualquier inconveniente y Exequiel acompaña a su compadre en una noche de muchas preocupaciones y esperando ese ansiado llamado de Claudia. Don Genaro está muy contento porque no le pasó nada al General Pinochet y asegura que todo esto quedará en la Historia de Chile, aunque Petita no toma en cuenta sus comentarios eufóricos. Gabriel y Claudia, prófugos se despiden donde ella le pide que no se saque nunca la pulsera que le regaló. Claudia se impacienta porque no pasa ninguna locomoción y el supuesto hermano de Juan se acerca en su taxi para llevarla hasta el terminal.